La época navideña.

Todo ser humano siente, específicamente cuando nos planteamos metas y propósitos que hayan sido logrados o no durante el año, y que vengan acompañados de un sentido de alegría o quizá soledad.

Diciembre es una de las épocas en las que el ser humano experimenta un cúmulo de emociones, pensamientos y experiencias que son parte de ámbitos sociales, laborales, individuales y por supuesto familiares. Es donde encontramos que resulta ser uno de los momentos emblemáticos para festejar Nochebuena y Navidad, además de admirar el término de un año para dar inicio al Año Nuevo. Todo esto acompañado de abrazos por parte de la familia o personas de gran confianza, buenos deseos para la vida, comida para celebrar que hay abundancia, regalos que nos invitan a seguir siendo feliz, así como propósitos y metas que han de ser realizadas para los nuevos 365 días que el año nuevo traerá.

No obstante, esta época es también una de las más interesantes para prestar atención a tu salud mental, así como el de tus familiares, amigos o conocidos. Ya que una persona al no contar con factores que sean benéficos, puede llegar a generar episodios de soledad, tristeza, estrés o depresión. Con lo anterior y adicionando al mes de diciembre, podría generar una depresión acompañada con un trastorno afectivo estacional».

“También llamado Depresión Invernal […] explicó que la depresión invernal es uno de los subtipos de depresiones que sucede, como su nombre lo indica, en época de otoño-invierno. Es similar a cualquier otro tipo de depresión, pero tiene que ser recurrente, en por los menos dos ocasiones, durante dos años seguidos»:

advirtió la doctora Martha Díaz Rodríguez, médico siquiatra de niños, adolescentes y adultos del Servicio de Atención Siquiátrica de la Secretaría de Salud (2017).

Ahora, no todo está únicamente relacionado a tu estado de salud mental… date cuenta que existen otros elementos que te generan «sobreinformación» de estímulos, por los medios de comunicación, información, tu familia, el trabajo, la mismísima sociedad con eventos, así como las posadas navideñas en las escuelas o hasta tu pareja; incrementan ese «sentido navideño«. Esto quiere decir que recibirás altos estímulos, en donde aumentará la euforia de una celebración, pero esto repercutirá totalmente en tu estado de salud mental; que claro, puede ser tanto positivo, como negativo.

«Hay algunos problemas de salud que son más comunes en Navidad, entre ellos: digestivos, estrés, exceso de alcohol, salud mental e incremento de peso».

Secretaría de Salud (2017, pág.2).

Esto no implica que uno de los acontecimientos más significativos de cada año sea negativo. Ya que de hecho también existen estudios en donde se demuestra que personas han experimentado buenas nociones de vida en el que ciertas conductas o indicadores como estrés, fatiga o problemas emocionales se reducen. Esto quiere decir que los buenos actos en familia, el reforzar el contacto con personas cercanas por medio de abrazos, regalos, fiestas o quizá recibir visitas inesperadas de familiares que no sabíamos de su existencia hace tiempo, también han demostrado un impacto positivo en la salud mental.

  «el psicoanalista McKeown observó que las personas que colocaban antes la decoración de Navidad eran más felices. Y en la misma línea, un estudio publicado en el Journal of Enviromental Psychology concluyó que la decoración del entorno se convertía, por aquellas fechas, en una herramienta de comunicación que contribuía a la cohesión social con los invitados»

Dr. Neil Jeyasingam (2018), citado por Inmens (2019, párr. 3).

Lo anterior nos invita a reflexionar, específicamente en dos partes; la primera en donde disfrutamos el último ames del año y que significa aprovechar ese tiempo que no tuvimos con familiares o incluso con sí mismo, pero por el otro lado, expresa el cierre de un año en el que no se tuvo la oportunidad de lograr todo lo que realmente se quería hacer, y hasta ni si quiera sentir que fuera un «año para mí». Lo anterior nos da algunas pistas para quien pueda presentar los comportamientos al respecto de un trastorno depresivo o estar complementad por un trastorno afectivo estacional.

Considero que siempre estar informados requiere de interesarse de aquello que te apasiona, sin embargo, el interesarse ayuda para también apoyar a otros. Por tanto, te brindo algunas nociones de lo que implica el trastorno afectivo emocional.

De acuerdo al Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM – 5, 311: F32.9), el trastorno afectivo estacional se acompaña con algunos de los siguientes síntomas:

  • Episodios o rasgos de depresión en momentos del año característicos, por ejemplo, que inicien en otoño o invierno y remitan en primavera.
  • Importante presencia de energía que afecta hipersomnia (por ejemplo dormir más de 10 horas y disponer de un sueño muy profundo.
  • Sobrealimentación; aumentando el peso, así como el deseo de mayores carbohidratos (azúcar).
  • Prevalencia estacional relacionada con la latitud, edad y sexo de la persona.

Claro, lo anterior no se podría diagnosticar en un solo mes, específicamente diciembre, ya que para este trastorno en particular requiere que sea complementado de ciertos rasgos depresivos (300.4, F34.1), tales como:

  • Sentirse agotado en gran parte del día; casi todos los días de la semana.
  • No disfrutar de las actividades que en el pasado han sido de gran interés o pasión.
  • Desconocer o experimentar cambios en el apetito, específicamente con el descuido de comer saludablemente o no hacerlo.
  • Aumento del peso, acompañado de sentimientos de culpa.
  • Sentirse lento, agitado o fatigado de hacer alguna actividad.
  • Falta de energía en hacer cosas habituales o incluso nuevas.
  • Limitaciones para atender y concentrarse en cualquier actividad.
  • Expresar pensamientos frecuentes sobre la muerte o suicidio.

Y aún así añadiríamos que el trastorno de depresión requiere su presencia de por lo menos seis meses, para así diagnosticarlo y si es compatible con la época invernal o primavera para exponer el trastorno afectivo estacional.

¿Y qué se puede hacer?

Nada resulta mejor que el simple hecho de buscar ayuda profesional, que se acompañe de métodos y actividades que tengan relación con los diferentes contextos de la persona, tales como la familia, la escuela, el trabajo, lo social y por supuesto lo individual. Así que, te propongo un listado de puntos que te podrán ayudar a que durante los acontecimientos de Navidad, Nochebuena o el inicio del Año Nuevo tu estado de salud mental sea el esperado.

Autoconocerte.

Créeme, no hay nada más importante que explorar cómo te sientes en esta «posición decembrina y fin de año» que inician los regalos, las cenas familiares, las fiestas de día de gracias, así como de todo el «bagaje» de emociones y pensamientos que unifican el sentido de la familia. Siempre está por delante el cómo experimentas tu estado de ánimo e incluso bienestar al casi término del año, así como de los planes o fechas que tienes para estar solo o acompañado. Resulta muy práctico reconocer que, a pesar de celebrar fiestas navideñas o el inicio de un nuevo año en soledad, no implica estar deteriorando tu salud mental. Ya que eso también habla mucho de la capacidad que tienes de sí mismo al obtener un gran sentido de disfrutar por ti solo. Y es que no tendríamos la facultad en decidir que obligatoriamente debes estar con tu familia, pues hay personas que optan por estar con su pareja, sus acompañantes de vida (mascotas) y en última instancia deciden ese día descansar o ignorarlo.

Sin embargo, lo recomendable es que evalúes tu situación, en donde tus emociones, pensamientos y acciones sean determinantes para reconocer qué necesitas en esa época.

Exprésate.

Si tu estado actual no es el idóneo, es decir, si reconoces que no hay planes familiares o individuales, y que además el cierre del año realmente está perjudicando tu persona. Es ahí entonces un buen momento para que las personas que te han demostrado mayor confianza puedan apoyarte. Pueden ser tus padres, hermanos, primos, en un primer sentido se espera que la familia sea el «primer respondiente» por el gran vínculo que los une. Sin embargo, también llegan a ser las parejas, amigos o conocidos personas que te han demostrado un gran apoyo, por lo cual sería una buena idea contarles de cómo te sientes y de qué forma pueden ayudarte a sobrepasar esta racha. Retoma los diferentes espacios en donde has tenido contacto con personas de significado para tu vida, por ejemplo en la escuela, en el trabajo, por tu colonia o quizá un taller – curso que tuviste en el año. Eso te motivará a saber qué están planificando otras personas y a la par saber si alguien piensa igual que tú; y quién sabe, podría resultar una buena experiencia.

Psicoterapia

Si las dos primeras te agradaron para empezar en «aliviar» un poco tu situación, ésta tercera es también una de mis favoritas. La psicoterapia ofrece un espacio muy confortable, claro, no siempre resulta del todo agradable, ya que también experimentas nociones de crecimiento y limitación en tu vida. Aún así es donde podrás recibir ayuda con un sentido profesional, a partir de tus síntomas y signos, donde obtengas mayores herramientas para sobrellevar tus complicaciones personales, familiares, académicos, sociales y/o laborales. Un buen psicólogo habrá de ofrecerte un amplio contexto para actuar de manera favorable en tus emociones, pensamientos y conducta que estás pasando durante ésta época navideña.

Actividades con fines comunitarios

Nadie dijo que forzosamente la nochebuena, navidad o incluso año nuevo tengas que estar solo… hay muchas otras actividades que puedes hacer para brindarle a tu salud mental un sentido de bienestar o incluso ayuda. Algunas veces he propuesto que las celebraciones navideñas y de año nuevo nos brindan un sentido para apoyar a otros, a partir de nuestras necesidades. Eso implica que hay personas que también están pasando por algo similar o quizá más grave… por tanto, es satisfactorio acercarnos a los asilos, orfanatorios, albergues temporales o quizá alguna otra instancia pública o privada para ser parte de las actividades comunitarias. Hablamos de no solamente ir a donar, sino, conocer las actividades y experimentar para apreciar así la vida.

Un buen viaje.

¿Y si no te gusta la época estacional (invierno – verano)? Pues siempre puede resultarte pasar unos días en un clima un poco más cálido o frío… ¡así es! Un viaje es una gran propuesta para obtener una panorámica muy diferente de la navidad, imagina que te olvidas un poco de los arreglos navideños, los regalos comprometidos o las fiestas decembrinas con un sentido familiar. Quizá te sea mejor una playa, la visita a un pueblo mágico, un lugar fuera de tu país, así como un tour o el mismísimo viaje en un barco… ¡no lo sé! Solo son algunas de las ideas, pero está más que claro que definitivamente haría bien algo diferente.

Te dejo otras fuentes de consulta al respecto de lo que implica el trastorno afectivo estacional y sus características – relación con el trastorno depresivo.

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Referencias bibliográficas

Inmens (2019). ¿La Navidad afecta la Salud Mental? [Página web]. https://www.inmens.es/index.php/articulo/nadal-salud-mental

OMS (2013). Plan de Acción Sobre Salud Mental 2013 – 2020. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/97488/9789243506029_spa.pdf

Pixabay (2021). Búsqueda de imágenes. https://pixabay.com/es/

Secretaría de Salud del Estado de México (2017). Estrés Navideño. https://salud.edomex.gob.mx/cevece/docs/tripticos/2017/Semana%2049.pdf

Secretaría de Salud (2017). 518. Alertan sobre depresión invernal en época navideña. [Página web]. https://www.gob.mx/salud/prensa/alertan-sobre-depresion-invernal-en-epoca-navidena

Tú y el éxito.

Las letras y yo no hemos tenido tiempo de reconciliarnos. Quizá se debe a que no he prestado atención durante un tiempo mi sentir para con las letras. Ahora por causas externas tengo justo el tiempo para decirle a las letras lo que significan en mi vida. 

Saben, regularmente el éxito nos lleva a una frágil silueta de cómo es nuestra vida…

Desafortunadamente puede presenciarse a partir de fases como la observación, comparación y en frías instancias, la tristeza. Aunque, en un lado positivo, también se expresa con emociones y pasiones, a fin de que lo bueno contextualice la vida propia y la del entorno.

El éxito le observamos desde lejos, al inicio es distante, porque desconocemos algo que, a pesar de que lo deseemos, no sabemos la forma, el modo y el momento en el cual llegará. El observar el éxito es apreciar lo que unos tienen, lo que otros han dejado y también lo que estamos a punto de hacer.

Involucramos muy brevemente el sentir, puesto que no tenemos nada; apreciamos los recuerdos y valoramos lo que tenemos, considerando lo que «pudiéramos tener». Observar no es más que darte cuenta que es un primer paso y el más importante, para desprender un miedo al éxito. Así es, el éxito involucra un miedo; ¿no te has preguntado cuántas veces quieres algo y por qué no llega? ¿No es ahí donde todo el mundo te dice que debes dejar de sentir que no vale la pena, y que, aunque muchas veces suceda, deberás caer una y otra vez, todo para poder llegar a un éxito (claro, desconocemos el por qué)? Observar te puede llevar días, meses, años… o una vida; quién sabe…. de hecho, la naturalidad de ello implica que no te canses de observar. Digo, sería para algunos lo peor, aunque para otros lo suficiente.

¿Cómo atravesar la observación? Si te das cuenta, observar te deja inmóvil, quieto, frágil a lo que otros dicten de ti… sin embargo, el primer paso para dejar de observar es demuestra valor en algo de ti.

¿No sabes qué?

¡TODO MUNDO TIENE ALGO QUE VALORAR DE SÍ MISMO!

Ahora mismo te comparto, lo que más valor tengo son mis ideas… ésta condición que implica sentir y escribir. Y entonces, ¿por qué no tienes éxito? – preguntarás, te respondo. El observar lo que otros hacen y lo que ahora tú haces… es ahí donde tiene más valor. Es difícil, como no tienes una idea, no obstante, si tu decisión es salir de aquí; ¡pues debes hacerlo!

Llegamos a una comparación… aunque alguien te diga; ¡jamás comparo! No le creas… es complicadísimo «generalizar», aunque lo hacemos de una manera común, tampoco hay que mentirnos. El detalle de comparar involucra un «desbalanceo», siempre habrá de existir lo que sí y lo que no; negativos y positivos; lo que se tiene y lo que no… recuerdo mucho que en las clases le llamábamos «habilidades del pensamiento», y naturalmente eso es. Comparar nos debilita, es difícil reconocer lo que no es para ti o lo que no está siendo para ti. Aunque también nos potencializa, porque encontramos factores o causantes que desconocíamos y ahora los podemos abatir. La comparación está sutilmente en nuestras vidas, darnos cuenta que, sencillamente un salario, tez de piel, lugar donde se vive o quizá la familia, son factores que llegan a incidir en ello. Sin embargo, voy más allá, la comparación en el éxito. ¿Qué hizo el otro y no yo para el éxito? ¿Por qué llega primero allá y aquí ni si quiera una pizca ha estado?

Sabes, así funciona la comparación… hasta que no tengas una decisión para comparar entre todo lo que has obtenido. Imagina esto, hoy más que nunca deseas algo, quizá un tiempo con alguien especial, un viaje que siempre has querido, un carro, casa o bien material que has visto tanto y tú sentir es desearlo… bueno, ahora compara eso con lo que tienes; ¿qué tal? ¿funcionó ésa comparación tan visible? Si no ha sido un poco de sentir, fantástico, parte de tu éxito está mucho más en ti, que en todo lo anterior.

La última instancia es la tristeza, y créeme, es una de las partes que nadie quiere leer, escuchar o ver; no obstante, la tristeza en el éxito es tan natural y necesaria. Darte cuenta que lo que ahora eres, dejarás de serlo para buscar ser mucho más… o bien, seguir encontrándote durante mucho tiempo a pesar de todo lo que has conocido. La tristeza opera desde tú sentir, no hablo de aspectos externos porque no me interesa, pero sí de los que nos pertenecen. Por ejemplo, ¿qué de todo lo que haces te hace sentir feliz? Y, ¿alguna vez has encontrado algo que realmente te haga ponerte triste? De las dos preguntas anteriores, ¿con cuál te sentiste más identificado? ¿Difícil, no?

La tristeza nos recuerda más de nosotros, nos exclama y grita que hay algo a solucionar, pero que tendrá una reparación que hará más fuerte esa brecha recién reparada.

Y así demuestra tú y el éxito, aunque no hay una forma precisa de explicarlo, creo que las letras potencian muchísimo ese modo que buscamos de hacerlo. A ti, que he tenido la oportunidad de que llegases hasta aquí, créeme, despojarte de un éxito para obtener otro; eso… es un gran éxito.

Hasta entonces…

A la mirada de la madrugada.

Hubo un tiempo en el que destruía las noches cuando me planteaba que el mundo era poco, ya hacía tanto con razonar entre mil y tantas palabras que cada libro despojaba ante la lectura de autores que su día a día era adverso y sublime. Es tiempo que una computadora, teclas, pantal

¿Quién leerá esto? Quizá personas que sientan algo como yo, o bien, algunas otras que ni se tomarán el tiempo de ello; claro, entiendo cada vez más. Esto es tan mío, que no es sencillo de explicar, pero sí de modelar con palabras, imágenes y por supuesto mil razones para hablar.

Ahora pretendemos escribir aquello que ha sido planteado desde hace tiempo, es decir, exploramos otros mundos, cuando no terminamos de entender el propio. Combinamos las comidas para apreciar los varios sabores, cuando podemos apreciar uno a la vez. Sí, definitivamente todos soñamos con algo de tranquilidad, también queremos poseer una razón más para que la madrugada nos sirva como excusa ante una elección, o simplemente el paisaje que nos brinda el acompañar la mirada ante la madrugada.

Sí, poco a poco da forma el sentirte a sí… ahora hay que compaginar con la madrugada, es la mítica razón del por qué está viva cuando en su mayoría nosotros estaremos dormidos. ¿Por qué para algunos la madrugada es una vida y para otros simplemente es un descanso? Bueno, no es una jornada laboral, tampoco que estemos automatizados para descansar por las noches – madrugadas. Algunos otros experimentamos la madrugada poco a poco… es decir, nos identificamos a bien el momento en el que se viven anécdotas, historias y prácticas de la vida; y es ahí, donde a la mirada de la madrugada nos acompaña.

Sabes, ahora entiendo lo hermoso que implica la redacción, quizá no encontrar palabras «rimbombantes», pero, muy probablemente un lenguaje que todos comprendan a razón de sentir. Pienso en hacer algo más productivo… quizá mini – libros, darle vida a los personajes que experimento.

Y aquí estoy, nuevamente, a la mirada de la madrugada.